No se puede estar dando caña siempre. Ayer tocó crítica; hoy, agradecimientos:
- A los que separáis el vocativo con una coma, gracias, queridos.
- A los que, al revés que tantos, ponéis coma también después y no solo antes de un inciso.
- A los que usáis los signos de apertura de interrogación y exclamación. ¿A que no es tan difícil?
- A los que sabéis qué es el punto y coma, ese gran desconocido; qué lo diferencia de la coma, esa gran explotada; lo utilizáis cuando conviene y hasta hacéis pedagogía sobre ello.
- A los que sabéis con qué debe concordar el verbo, una de las habilidades que parecen fuera del alcance de muchos.
- A los que utilizáis con desparpajo vocablos poco manidos.
- Y a los que, aun sabiendo más que yo sobre lenguaje, me leéis.
¡Gracias!
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