martes, 26 de julio de 2016

Neutralizar

Estoy leyendo una noticia de agencia. Se cita, entrecomillada, una frase de la Policía francesa, que dice "Los dos secuestradores neutralizados por la policía." El periodista que ha redactado la noticia prescinde de ese eufemismo en el titular: "La policía mata a los dos secuestradores de la iglesia de Normandía."

El lenguaje militar y policial, como el de cualquier grupo profesional, elige o crea sus términos. Pero mal haríamos los periodistas en limitarnos a transcribirlos. Primero, por las posibles dificultades para su comprensión por parte del público. Y segundo, porque las palabras no son inocentes, y cuando hay culpables, hay cómplices.

Los medios de comunicación han hemos sido cómplices de la sustitución de palabras de uso común por eufemismos culpables y, por tanto, hemos servido más a los interesados en ocultar esas palabras que a la ciudadanía. Hemos convertido en el término habitual y preferente cosas como "crecimiento negativo", "ajustes" y una larga lista de la que este artículo contiene una pequeña muestra.

Pero la gente en sus conversaciones cotidianas sigue diciendo "me han bajado el sueldo", "a mi hermana la han despedido", "con la subida del IVA no llego a fin de mes"... y "la policía ha matado a los secuestradores."

Y sin embargo, parte de esa misma gente buscará un eufemismo para suavizar o no decir a las claras determinadas declaraciones. Dulcificará una ruptura sentimental diciendo "necesito un poco de espacio" en lugar de "ya no te quiero en mi vida". Dirá "no eres tú, soy yo" en lugar de "me has decepcionado". Quizá no llegue a la cursilería de decir "papá está en un lugar mejor" pero sí buscará una manera de evitar el crudo "papá ha muerto".

Los médicos que tienen que dar este último tipo de noticias (fallecimientos, diagnósticos terribles) reciben formación sobre la mejor forma de hacerlo. Igualmente quienes además tienen que pedir a los familiares que se planteen la donación de los órganos de la persona a la que han perdido. No se trata de ocultar la realidad sino de hacerla digerible y evitar una reacción negativa.

No sé hasta qué punto el ser humano necesita eufemismos. Tacto sí, delicadeza sí, diplomacia sí. Pero mentiras o medias verdades no. Cuando la persona a la que se dirigen es capaz de comprender y asimilar la realidad, yo soy más partidaria de la sinceridad que de la ocultación. Las malas noticias no se neutralizan por esconderlas o maquillarlas. El dolor no se neutraliza mintiendo ni callando.Y personalmente prefiero que me digan las cosas claras a que me hagan insinuaciones o me dejen adivinar. Porque adivinar se me da mal y probablemente entienda algo distinto de lo que debería.