jueves, 8 de agosto de 2013

Traducciones

Estaba leyendo unas reflexiones escritas en un blog sobre traducción y son espejo de las mías en estas vacaciones en que he recuperado el interés por la lectura. Porque todo lo que he leído en estos diez días de descanso estaba originalmente escrito en inglés y las traducciones al español eran mejores o peores pero ninguna todo lo buena que me gustaría.

No soy traductora de profesión aunque es sin duda un trabajo al cual me habría encantado dedicarme. Sí he traducido algunas cosas como aficionada. Además de eso, mi trabajo supone pasar a mi idioma no solo información (que basta con entender bien) sino palabras textuales dichas en otras lenguas por personas muy diversas.

En el periodismo audiovisual es frecuente doblar al español declaraciones de los protagonistas de las noticias dejando oír la voz de éstos en segundo plano. A veces, como en La 2 Noticias, se deja esa voz en primer plano y se subtitula, pero no es lo habitual.

En cualquiera de los dos casos, las frases en español resultan “raras”demasiado a menudo. Los periodistas muchas veces se limitan a sustituir unas palabras, generalmente del inglés, por otras. Siempre me sorprende que den por buenas tales “traducciones”. Porque de lo que se trata es de poner en boca del personaje lo que habría dicho si su lengua materna fuera la española. ¿Alguien se imagina a un político español diciendo “Es bueno estar aquí y quiero agradecer a ustedes por su calurosa bienvenida”? ¿O a un científico español comentando “Expertos confían en que próximos estudios conduzcan a resultados satisfactorios en este campo”? ¿O a un deportista español explicando “Voy a ser operado en mi rodilla derecha”? (bueno, en este caso me cabe la duda).

Estoy exagerando a propósito. Es cierto, no son ejemplos reales: de esos hay a diario en las noticias de cualquier cadena de televisión. Aguzad el oído y os daréis cuenta. 

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