El idioma es patrimonio de todos los hablantes, sí. Cada cual lo usa a su manera, sí, pero hasta cierto punto. No vale todo. Hay normas, hay academias que las dictan, hay profesores que las enseñan, hay correctores (humanos) que velan por que se cumplan en los textos que se publican y correctores (automáticos) que a veces llegan a ser más útiles que molestos. Y, a pesar de todo, son incontables los hablantes que cometen errores de bulto.
Siempre he sentido el impulso de corregir a quienes decían o escribían algo mal. Este blog contiene una buena cantidad de entradas que lo demuestran. Tengo amigos y conocidos que sienten la misma necesidad. Sé que es algo impopular. A nadie le gusta que le digan que se equivoca, sobre todo si lo hace a menudo. Quienes sucumbimos a ese impulso tenemos asumida la posibilidad de recibir por ello reproches y críticas. Resultamos soberbios, pedantes, despreciativos, intransigentes, pelmazos...
Nos llaman de todo. Y, con sentido del humor, terminamos llamándonoslo nosotros mismos. Se nos califica de ortonazis, nazis ortográficos, talibanes del diccionario, vigilantes de la palabra, polis de ortografía y guardianes de las esencias lingüísticas. Y en inglés, grammar police, grammar nazis, incluso grammar psychos. Os iba a enlazar un tuit con el que la cuenta de @el_pais publicitaba este reportaje, lleno de correcciones espontáneas de gente como yo, pero lo han borrado. Esta es la captura:
¿Qué somos? Somos amantes de nuestro idioma, defensores de la lengua que nos amuebló el cerebro, admiradores del vehículo que permite a nuestro pensamiento tomar forma y salir de nosotros para llegar hasta los demás. Si incumples las normas gramaticales y ortográficas puedes perder nuestra consideración. Y eso, si no te importa tu lengua, quizá no te importe tampoco. Una pena.
Completamente de acuerdo. Tu lengua te amuebla la cabeza. Si escribes mal significa que piensas también mal.! Ánimo!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Tu lengua te amuebla la cabeza. Si escribes mal significa que piensas también mal.! Ánimo!
ResponderEliminar¡Gracias!
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